Ventanas
Ema está sentada en la mesada de la cocina, sobre la ventana que da al balcón. Con una musculosa blanca que delata la ausencia del corpiño y resalta sus pechos puntiagudos. De la cintura hacia abajo solo lleva ropa interior y unas medias de lana que pretenden abrigar a todo el cuerpo. Con sus brazos aprisiona sus piernas y reposa la cabeza en sus rodillas. Todavía no se acostumbra al pelo corto. Y menos a la ciudad. Mira detenidamente hacia afuera mientras empaña con su respiración el vidrio. Desde allí se ven todos los techos de las casas. Y en ellos las chimeneas de sus pensamientos. De todas salen humo. Mucho humo gris. Algunos de color púrpura.
- ¿Sabés qué significa una mujer mirando por la ventana en el cine?
Martina hace varios minutos que la mira de refilón mientras toma su café con leche y finge leer a Camus. Cierra el libro y deja sus lentes en la mesa, junto al café que se transformó en ginebra.
- Me parece que es hora de que te vayas — dice mientras se acerca a Ema.
Le agarra la cara y la besa.
Septiembre, 2014.